28 diciembre, 2006

Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.
Pablo Neruda

26 diciembre, 2006



21 diciembre, 2006

Cotidiana XIII



HARRY: He estado pensando mucho y el caso es que te quiero.


SALLY: ¿Qué?


HARRY: Te quiero.


SALLY:¿Qué esperas que responda a eso?


HARRY: ¿Qué tal que tu también me quieres?


SALLY: ¿Qué tal si me marcho?


HARRY: ¿Lo que te he dicho no significa nada?


SALLY: Lo siento Harry. Sé que es Nochevieja, sé que te sientes solo, pero no puedes aparecer, decir que me quieres y esperar que eso lo arregle todo. No funciona así.


HARRY: ¿Cómo funciona entonces?


SALLY: No lo sé pero no es así.


HARRY: ¿Entonces qué tal así? Me gusta que tengas frío cuando fuera hace 21ºC, me gusta que te cueste una hora y media pedir un sandwich, adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco, me gusta oler tu perfume en mi ropa después de pasar el día contigo y quiero que seas la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches. Y eso no es porque esté solo ni tampoco porque sea Nochevieja. He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible.

20 diciembre, 2006

Cotidiana XII

Dos o tres segundos de ternura

Aute

Estoy pasando un bache, un revés, un agujero, un no sé qué me ocurre que ni yo mismo me entiendo...No me apetece nada, nada más que estar adentro, pero no de tu vientre sino de tus sentimientos. Quisiera que supieras que no tengo otro deseo que estar entre tus brazos como quien pide consuelo, sentirte toda mía, sin lujurias ni misterios, como siento la sangre que circula por mi cuerpo. No me hace falta la luna ni tan siquiera la espuma, me bastan solamente dos o tres segundos de ternura. A veces me pregunto si no me causa respeto el paso de los años desgastando nuestros besos, así como el derroche de algo más que mucho tiempo sin vernos un instante más allá de los espejos. Por eso necesito, aunque sé que es un exceso, que tus ojos me digan algo así como: de acuerdo, estoy aquí a tu lado para que no tengas miedo al miedo de estar solos, solos en el universo.

19 diciembre, 2006

La amiga de Plutarco

Recordando la charla sobre la búsqueda de mejores oportunidades y el lugar que nos corresponde, me acordé de las palabras de este genio que enseñaba etica y que fue uno de los más grandes pensadores que dio este país.

Decía José Ingenieros:
Cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes las alas hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un ideal. Es ascua sagrada, capaz de templarte para grandes acciones. Custódiala; si la dejas apagar no se reenciende jamás. Y si ella muere en ti, quedas inerte: fría bazofia humana. Sólo vives por esa partícula de ensueño que te sobrepone a lo real. Ella es el lis de tu blasón, el penacho de tu temperamento. innumerables signos la revelan: cuando se te anuda la garganta al recordar la cicuta impuesta a Sócrates, la cruz izada para Cristo y la hoguera encendida a Bruno; - cuando te abstraes en lo infinito leyendo un diálogo de Platón, un ensayo de Montaigne o un discurso de Helvecio ; - cuando el corazón se te estremece pensando en la desigual fortuna de esas pasiones en que fuiste, alternativamente, el Romeo de tal Julieta y el Werther de tal Carlota ; - cuando tus sienes se hielan de emoción al declamar una estrofa de Musset que rima acorde con tu sentir ; - y cuando, en suma, admiras la mente preclara de los genios, la sublime virtud de los santos, la magna gesta de los héroes, inclinándote con igual veneración ante los creadores de la Verdad o de Belleza.
Todos no se extasían como tú, ante un crepúsculo, no sueñan frente a una aurora o cimbran en una tempestad; ni gustan de pasear con Dante, reír con Moliere, temblar con Shakespeare, crujir con Wagner; ni enmudecer ante el David, la Cena o el Partenón. Es de pocos esa inquietud de perseguir ávidamente alguna quimera, venerando a filósofos, artistas y pensadores que fundieron en síntesis supremas sus visiones del ser y de la eternidad, volando más allá de lo real. Los seres de tu estirpe, cuya imaginación se puebla de ideales y cuyo sentimiento polariza hacia ellos la personalidad entera, forman raza aparte en la humanidad: son idealistas. Definiendo su propia emoción, podría decir quien se sintiera poeta: el Ideal es un gesto del espíritu hacia alguna perfección.

Acordate: Siempre debemos buscar, no podemos conformarnos. Si nos frenamos que sea solo para tomar impulso!

13 diciembre, 2006

Cotidiana XI

Sin tu latido

Aute

Hay algunos que dicen que todos los caminos conducen a Roma y es verdad porque el mío me lleva cada noche al hueco que te nombra y le hablo y le suelto una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas; luego apago tus ojos y duermo con tu nombre besando mi boca. Ay, amor mío, qué terriblemente absurdo es estar vivo sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido.
Que el final de esta historia, enésima autobiografía de un fracaso, no te sirva de ejemplo, hay quien afirma que el amor es un milagro, que no hay mal que no cure pero tampoco bien que le dure cien años; eso casi lo salva, lo malo son las noches que mojan mi mano. Aunque todo ya es nada, no sé por qué te escondes y huyes de mi encuentro. Por saber de tu vida no creo que vulnere ningún mandamiento; tan terrible es el odio que ni te atreves a mostrarme tu desprecio, pero no me hagas caso, lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo.

12 diciembre, 2006

Cotidiana X

Lovers go home!
Benedetti
Ahora que empecé el día
volviendo a tu mirada,
y me encontraste bien
y te encontré más linda.
Ahora que por fin
está bastante claro
dónde estás y dónde estoy.
Sé por primera vez
que tendré fuerzas
para construir contigo
una amistad tan piola,
que del vecino
territorio del amor,
ese desesperado,
empezarán a mirarnos
con envidia,
y acabarán organizando
excursiones
para venir a preguntarnos
cómo hicimos.
De alguna manera
Aute
De alguna manera tendré que olvidarte,
por mucho que quiera no es fácil, ya sabes,
me faltan las fuerzas, ha sido muy tarde,
y nada más, y nada más, apenas nada más.
Las noches te acercan y enredas el aire,
mis labios se secan e intento besarte,
qué fría es la cera de un beso de nadie
y nada más, y nada más, apenas nada más.
Las horas de piedra parecen cansarse
y el tiempo se peina con gesto de amante,
de alguna manera tendré que olvidarte
y nada más, y nada más, apenas nada más.

11 diciembre, 2006

Cotidiana IX






Que sean estas mis últimas palabras: confío en el amor.

Rabindranath Tagore



La verdad no confío una mierda.


Suké

08 diciembre, 2006

Aquellas pequeñas cosas
Serrat

Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia pero su tren vendió boleto de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas en un rincón, en un papel o en un cajón, como un ladrón te acechan detrás de la puerta.
Te tienen tan a su merced como hojas muertas que el viento arrastra allá o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve.

Cotidiana VIII


Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
Eduardo Galeano

07 diciembre, 2006

Cotidiana VII


El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para que se vive.
Dostoievski

04 diciembre, 2006

Cotidiana VI

02 diciembre, 2006

Cotidiana V



01 diciembre, 2006

Secreta mujer

Eduardo Galeano - Joan Manuel Serrat

No puedo dormir.
No puedo dormir.
Atravesada entre los párpados
tengo una mujer,
secreta mujer
tan sol y tan luna
que abre mis ojos y me obliga a ver
mi desventura y mi fortuna.
Y no me deja dormir
esa mujer,
esa secreta mujer.

Arránqueme, señora, las ropas.
Desnúdeme.
Arránqueme, señora, las dudas.
Desdúdeme.
Arránqueme, señora, las ropas y las dudas.
Desnúdeme. Desdúdeme.

Secreta mujer.
Secreta mujer.
Atravesada entre mis párpados
le quiero decir,
le quiero pedir
que me deje, que se vaya.
Pero no puedo hablar a mi pesar.
Atravesada en la garganta,
me atormenta una mujer
esa mujer,
esa secreta mujer.

Arránqueme, señora, las ropas.
Desnúdeme.
Arránqueme, señora, las dudas.
Desdúdeme.
Arránqueme, señora, las ropas y las dudas.
Desnúdeme. Desdúdeme.


En El libro de los abrazos, uno de los libros más exitosos y logrados de Galeano, está contenido un pequeño relato titulado "La noche". Este relato dividido en cuatro partes sirvió de inspiración a Serrat para su canción "Secreta mujer" que formó parte del álbum Sombras de la China (1998).

Cotidiana IV

Salimos a caminar

“Ella está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar.”

Ventana sobre la utopía – Eduardo Galeano