16 agosto, 2007

Las cosas reales siempre tienen gusto a poco y una vez más el nombre es lo de menos, los datos se pierden, se transforman, son vaporosos como la misma felicidad. Las escenas que parecen tan idílicas son sólo sombras. La verdad florece y es cruda y magnifica. Todo es gris y como leía ayer en Soriano estoy cansado de llevarme puesto.

Bienaventurados los que no tienen nada que decir y resisten la tentación de decirlo.

James Russell Lowell