
Lowenstein, Lowenstein...
"Podría simular una pasión que no sintiera,
pero no podría simular una que me abrasara como el fuego..."
(Oscar Wilde)
Una larga carta que me permita, al mirar atrás, entenderme. Un libro de Manuel para mi mismo y para que mis hijos sepan quien fui. Un acto de repudio, un acto de amor, un pedido expreso de perdón, una locura al fin, unas ganas voraces de volver a esos olivos y escribir con flores en el piso: vine.