Arrinconado en mis plegarias buenas
e inútiles, soberbio en mis acciones
que a nadie arriman ley o quitan penas,
.
aislado espectador de mis histriones,
histrión yo mismo como un árbol seco
que cabeceara para sus gorriones,
.
guardia solemne de un instante hueco,
cómo saber, cómo saber, dios mío,
cuándo invento virtud y cuándo peco,
.
cuándo confundo el cielo con el río,
cómo saber si el río es poco llanto,
cómo saber, cómo saber, dios mío,
.
si eso que llamo Dios es otro espanto.
Mario Benedetti
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