31 julio, 2006
Buenisimo: se terminaron las vacaciones
30 julio, 2006
Los otros vienen a vivir su vida en mi ventana
Primer acto:
Me fui a dormir recién a las tres de la mañana y a las cinco me desperté por unos gritos en la vereda, me levante de un salto, fui hasta la ventana del living y mire hacia la calle. Un chico discutía con la novia en la puerta de mi casa.
Distancia del hecho: 2 metros. Temperatura: 6º, yo miraba por la rendija de la persiana de madera y sólo podía ver desde la cintura para abajo, pero escuchar, escuchaba clarito.
Como todas las cosas de la vida me hacen pensar -constantemente- en todas las cosas de la vida, esa madrugada, a oscuras, descalzo, envuelto en la manta que cubre el sillón del living y raspando mi nariz en la madera recordaba al Mario de otro tiempo, cuando era un adolescente implacable, torturado y torturador, que se imponía con juegos de palabras y era capaz de dar vuelta cualquier situación.
Pero mejor pasemos al segundo acto, que esto no se terminó tan fácil.
Pensaba cuando ya estaba desvelado, tomando café y mirando las repeticiones de Sony, que patética noche de viernes la mía y allí nomás me dije de jueves, de miércoles, de martes… (se viene, se viene la pregunta…)
- Porqué no salió el viernes? me interpela el oficial sin cara que vive arriba del ropero.-Porque estaba ebrio respondí (se viene, se viene la pregunta…) De alguna manera, en el fondo de esa taza de café se empezó a dibujar mi más íntimo rostro y tuve miedo.
- Porqué estaba ebrio?- no sé, pero seguro que no fue por la comida.
- No se haga el gracioso, mire que lo conozco, que tomó? -Tomé jugo de los viñedos de altura, (mis brazos hacia arriba, las piernas distantes entre si, de rodillas sobre la cama, mirando al cielo y con un dejo de culpa que se podía entrever en el ceño y tal vez los más observadores verían en la tensión de mis hombros) tinto, de exportación, cantidad: 4 botellas, precio por botella: 28 pesos casi 10 dólares. Satisfecho? (se viene, se viene la pregunta…)
- Pero a todo esto, dígame... (se viene, se viene la pregunta…) ¿Porqué estaba solo?
26 julio, 2006
¿Quien muere?
25 julio, 2006
24 horas
Uno -prisionero hasta de las más mínimas convenciones- espera ansioso encontrar las semejanzas en iniciales, números, guiños favorables de los astros o al menos señales transmisibles, refutables, que permitan comparaciones, perspectivas, que sigan los pasitos cansinos de la lógica (dos proposiciones verdaderas no pueden negarse a si mismas...) y lo sorprenden (de verdad que lo sorprenden) con datos más abarcadores y a la vez más convincentes.
Me queda la sensación de que esa niña es irrealidad hecha de humo o de materia de nube y que tiene en la mirada los singulares puñales de Electra. Dejó un tibio beso en la frente, que correspondo a mi manera antigua con un leve quiebre de cintura.
Hoy es un día azul de primavera, creo que moriré de poesía, de esa famosa joven melancólica no recuerdo ni el nombre que tenía. Sólo sé que pasó por este mundo como una paloma fugitiva: la olvidé sin quererlo, lentamente, como a todas las cosas de la vida. (Nicanor Parra)
24 julio, 2006
Que me palpen de armas
17 julio, 2006
04 julio, 2006
Razón de vivir
Víctor Heredia
Como la cigarra
Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando. Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal por qué me mató tan mal y seguí cantando. Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra. Tantas veces me borraron, tantas desparecí, a mi propio entierro fui solo y llorando; hice un nudo en el pañuelo pero me olvidé después que no era la única vez y seguí cantando. Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra. Tantas veces te mataron, tantas resucitarás, cuántas noches pasarás desesperando. Y a la hora del naufragio y de la oscuridad alguien te rescatará para ir cantando. Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra,igual que sobreviviente que vuelve de la guerra.
María Elena Walsh