Siempre en estos días extraño a la misma persona... la dejé o me dejó ya no importa. Muchas veces regresa del pasado con poemas escritos a máquina en grandes hojas blancas. Siempre dice que me quiere y que me necesita tanto como yo. Siempre sonrie, me perdona y olvida lo malo, como olvido yo. Desde el fondo de sus ojos un niño me mira y me sonrie, como sonrio yo...
Dice este poema de Benedetti:
Aunque hoy cumplas trescientos treinta y seis meses, la matusalénica edad no se te nota cuando en el instante en que vencen los crueles entrás a averiguar la alegría del mundo y mucho menos todavía se te nota cuando volás gaviotamente sobre las fobias o desarbolás los nudosos rencores. Buena edad para cambiar estatutos y horóscopos, para que tu manantial mane amor sin miseria, para que te enfrentes al espejo que exige y pienses que estás linda y estés linda. Casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades ya que te van a rodear como ángeles o veleros, es obvio y comprensible que las manzanas y los jazmines y los cuidadores de autos y los ciclistas y las hijas de los villeros y los cachorros extraviados y los bichitos de san antonio y las cajas de fósforo te consideren una de los suyos. De modo que desearte un felíz cumpleaños podría ser tan injusto con tus felices cumpledías. Acordate de esta ley de tu vida, si hace algún tiempo fuiste desgraciada, eso también ayuda a que hoy se afirme tu bienaventuranza. De todos modos para vos no es novedad que el mundo y yo te queremos de veras.
Dice este poema de Benedetti:
Aunque hoy cumplas trescientos treinta y seis meses, la matusalénica edad no se te nota cuando en el instante en que vencen los crueles entrás a averiguar la alegría del mundo y mucho menos todavía se te nota cuando volás gaviotamente sobre las fobias o desarbolás los nudosos rencores. Buena edad para cambiar estatutos y horóscopos, para que tu manantial mane amor sin miseria, para que te enfrentes al espejo que exige y pienses que estás linda y estés linda. Casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades ya que te van a rodear como ángeles o veleros, es obvio y comprensible que las manzanas y los jazmines y los cuidadores de autos y los ciclistas y las hijas de los villeros y los cachorros extraviados y los bichitos de san antonio y las cajas de fósforo te consideren una de los suyos. De modo que desearte un felíz cumpleaños podría ser tan injusto con tus felices cumpledías. Acordate de esta ley de tu vida, si hace algún tiempo fuiste desgraciada, eso también ayuda a que hoy se afirme tu bienaventuranza. De todos modos para vos no es novedad que el mundo y yo te queremos de veras.
Pero yo siempre un poquito más que el mundo.
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