
Estimado Pablito, querido y entrañable amigo, le cuento que las cosas marchan, que a pequeños pasos vamos encontrando coincidencias, que como diría Benedetti al futuro lo hacemos nosotros y el azar, pero cada vez más nosotros y menos el azar, que esta fauna arisca es bastante sensible al poder y por eso se ordenan solos, que sólo somos distintos en nuestra imaginación, que lo que hubo es lo que hay y por esas cuestiones de la lógica es también lo que habrá. Y en cuanto a mi que puedo decirle amigo, lo que usted ya sabe, existencialista hasta el hueso sigo preguntándome si esto es la vida, pesimista, iconoclasta, práctico, crédulo en las giladas y agnóstico para los sucesos importantes, irreverente de entrecasa, cada vez más tímido y apagado, perezoso hasta para soñar cuando miro el espejo siento tristeza y recuerdo esa historia donde un general preguntó la hora y el edecán se acercó rápido para musitar: "La que usted quiera, señor presidente".
Usted sabe, usted entiende mi hermano, los caminos de la vida diría Vicentico no son lo que yo esperaba... De todos modos y en resumidas cuentas, el hijo bien y es lo que importa.
Hay días en que estoy loco por dejar mi huella y otros en los que quisiera volver al útero (al de cualquiera diría W. Allen), Por cuestión de principios derrocho el amor y las monedas y como sé que mi alma enajenada dificilmente tenga retorno, no me preocupa vivir la aventura equivocada.
Fito lo explica mejor:“En tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos donde todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos, en tiempos donde siempre estamos solos, habrá que declararse incompetente en todas las materias del mercado, habrá que declararse un inocente o habrá que ser abyecto y desalmado...”
Pablito o Lazaruz, le envio un fuerte abrazo y quedo a su disposición, asegurándole que tiene su lugar en la trinchera. De nuevo, gracias por pasar.
Hay días en que estoy loco por dejar mi huella y otros en los que quisiera volver al útero (al de cualquiera diría W. Allen), Por cuestión de principios derrocho el amor y las monedas y como sé que mi alma enajenada dificilmente tenga retorno, no me preocupa vivir la aventura equivocada.
Fito lo explica mejor:“En tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos donde todos contra todos, en tiempos egoístas y mezquinos, en tiempos donde siempre estamos solos, habrá que declararse incompetente en todas las materias del mercado, habrá que declararse un inocente o habrá que ser abyecto y desalmado...”
Pablito o Lazaruz, le envio un fuerte abrazo y quedo a su disposición, asegurándole que tiene su lugar en la trinchera. De nuevo, gracias por pasar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario