
"Pero sobre todo quisiera dedicarme a los que esta noche no están…Y si están, están bien enmascarados y escondidos. Me refiero a aquellos espectadores que solamente se ríen si están bien seguros de que se ironiza sobre los demás, los otros, y no importa qué otros. Si se parodia a los que hablan de un modo distinto o a los que llegan de un país distinto, que tienen otro olor, otra transpiración, otro color, desde la cabeza a los pies, y gritar: ¡Andate a tu país! ¿Por qué no te vas a tu casa? Y si les tiras una piedra o los molés a palos, ¡mejor! Esos que en cada oportunidad dicen: nosotros somos de otra raza, fina, superior. ¡Somos los mejores! Los más inteligentes, los más pícaros. ¡La tenemos más larga! En fin, estoy hablando de los imbéciles, que son una raza muy numerosa. Los imbéciles que a cada momento levantan banderas y cantan himnos, y que están convencidos de que están haciendo “la historia”. Y se tiran contra cualquiera que esté del otro lado del río. Los imbéciles son aquellos que no saben escuchar otros discursos que no sean los propios discursos. Los imbéciles que aplauden cada picardía, que dicen: este nuevo caudillo es un ladrón más, pero si roba para él, ¡nos va a dejar robar un poco a nosotros! ¡Los imbéciles producen desastres tremendos y no se enteran de nada! Y quiero concluir que yo, personalmente prefiero mucho más a los delincuentes de profesión que a los imbéciles normales. Por que los delincuentes, de vez en cuando descansan…¡Los imbéciles jamás!"
Darío Fo, "El diablo con tetas"
1 comentario:
Sr. Suke,
Que alegría volver a su blog después de un tiempito y encontrarme con tan profusa producción. Excelente esta reflexión sobre la imbecilidad. Hace un tiempo leí un libro llamado “Historia de la estupidez humana” de un tal Paul Taborí, lo mejor de ese dudoso ensayo fue una frase que esta al final del prologo y que según recuerdo dice algo mas o menos así “El problema con la estupidez es que rara vez le duele al estupido, si fuera doloroso ser estupido, la industria farmacéutica ya le hubiera encontrado un remedio”.
Personalmente prefiero toda la vida tratar con un “hijo de puta” a tratar con un imbécil ya que el primero me perjudicara si le conviene hacerlo, lo que lo hace mas predecible, el otro como buen imbécil puede dañarme con su estupidez en cualquier momento, además, son una abrumadora mayoría.
Abrazo grande.
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